Minipresentación, edición #29

Un ser humano (igual que muchos de los organismos que la mayoría identificaría de un simple vistazo como "vivos") es un sistema natural cuyo objetivo es sobrevivir el tiempo necesario para lograr reproducirse. Así de simple: nuestro objetivo como seres vivos, viendo todo desde el punto de vista más elemental, es buscar alimento y sobrevivir el tiempo necesario para tener descendencia. Logrado esto, podemos morir en paz, pues la especie continuará alegremente.

Pero la ciega evolución nos dio de arma un cerebro poderoso, y con la inteligencia y mente que este órgano secreta, nos inventamos otros objetivos, mucho más interesantes en el camino a perpetuar la especie y más allá, porque entre el hecho natural que puede ocurrir a corta edad y el periodo terminado con la esperanza de vida actual pasan muchísimos años de alegre existencia. La vida emocionante ha reemplazado en nuestras mentes a ese objetivo único que la tenaz pero básica naturaleza nos había impuesto. Y, qué rico, podemos enfocarnos en un invento de la mente que se llama sensualidad.

Goce y pasión que puede ser muy básico, reproductivo, o llevado a otros ámbitos de la experiencia humana, más excelsos, elevados, o incluso, a perversiones extrañas producto de desvaríos de la mente que, desafortunadamente, poco tienen de superior y práctico en esta vida que la naturaleza nos regala.

No es mi objetivo en esta minipresentación analizar estos fenómenos propios del ser humano (u otros seres superiores) y el placer epicúreo, pero no podía dejar de pensar en todo ello al seleccionar los cuentos y poemas breves de esta semana. Ya verán por qué al leer los trabajos seleccionados de Mario Augusto Rodríguez, Diana Espinal, David Robinson, Isolda Hurtado y Gloria Melania Rodríguez.

Y larga y rica vida para todos.

JLRP, editor.