Anocheciendo, tarareaba acompañado de la orquesta en mi cabeza. Jugaba con sonidos, mientras conducía en el tranque demencial, manipulándolos, variándolos y combinándolos a mi antojo. Súbitamente, se hizo el silencio. En el estómago sentí un cosquilleo gracioso. De mi boca brotó completo un poema. Lo vi volar hasta un árbol cercano antes de perderlo entre miles de periquitos en medio de Vía Argentina. La música siguió, los sonidos combinándose, mi boca tarareando.
Ahora me duele haberlo perdido así, tan fácil, tan indolente.
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© 2007, Drago
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3 comentarios:
Todo se transforma, nada se pierde Drago. El domingo venía del interior y aparecieron ante mí 7 líneas de poesía MUY CLARAS , NO TENÍA CÓMO NI DÓNDE ESCRIBIR... Coqueteaba con ellas en mi cabeza una y otra vez... El lunes sólo pude escribir 6 y estoy en pleno parto...
Mas se transformarán---
Y así sucede con todo---
Drago: ¡Exquisito! Me identifico con tu forma de manejar las palabras, las imágenes, las metáforas. Es dulce tu homenaje a la súbita inspiración que vuela y se aleja. Me he sentido igual cuando mi mente crea y no tengo dónde guardar la creación. TRato de cargar siempre papel, lápiz o pluma, y una micro grabadora.
¿Qué tal si prescindes del artículo "Un"? Quedaría entonces: Poema fugaz. O Fugaz poema.
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